Samsung ha decidido apostar por las pantallas curvas y así lo demostrará con su nueva línea de Galaxy S. Una decisión que se traduce en la desaparición de los bordes planos tal y como se desprende de los comentarios realizados por un ejecutivo de la compañía surcoreana en una entrevista concedida en The Korea Herald

«Samsung ha decidido hacer la pantalla Edge la seña de identidad de los teléfonos Galaxy S siempre que los usuarios diferencien la experiencia a través de software y funciones de la pantalla», recoge la citada cabecera.

El fabricante de teléfonos móviles comenzó su andadura en el mercado de las pantallas curvas en 2015 con una versión modificada del Galaxy S6: el Galaxy S6 Edge. Una característica que fue implementando en sus siguientes terminales hasta llegar al Galaxy Note 7 que ya carece del apellido Edge.

La desaparición del sufijo no es el único indicador ya que con el lanzamiento del Note 7 no se ha anunciado ningún modelo con los bordes planos. Claro ejemplo del diseño con el que contarán los buques insignia de la compañía.

La demanda de los consumidores apunta a teléfonos con los bordes curvados ya que permiten un mejor y más rápido acceso a las aplicaciones. Una petición que Samsung vio materializarse con el S7 Edge que superó en interés al modelo regular.

Y es que los bordes curvados parece que se han convertido en una de las características estrella de los nuevos smartphones.Apple (recordemos que utiliza pantallas de Samsung) tendría en mente la utilización de este tipo de paneles para el iPhone 7aunque no se han desvelado las funcionalidades que incorporaría.

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