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Nuevos actores y más alternativas para los usuarios han simplificado el proceso de pago, minimizando contraseñas y claves complejas por procesos más limpios y rápidos.

El acelerado crecimiento que ha experimentado el e-commerce en el último tiempo en el país, ha ido acompañado con un mayor uso de medios de pago digitales, donde el celular juega un papel relevante ofreciendo aplicaciones seguras en la operación y promoviendo la inclusión de adores ausentes del sistema actual así como de nuevos modelos financieros con la incorporación de las Fintech, BigTech y Telecos.
Si bien el uso de los pagos digitales ha ido ganando espacio, es aún muy incipiente. Sin embargo, la Ley de Medios de Pago (Ley 20.950), promulgada en 2016, permite la incorporación de nuevos adores —entidades comerciales y personas naturales— al mundo de los pagos electrónicos, rompiendo la exclusividad de los productos bancarizados y con ellos dando paso a los productos de prepago, te esta manera, aquellos que estaban excluidos del sistema bancario podrán acceder a productos financieros seguros, de calidad y bajo costo, lo que permitirá que existan nuevos emisores y operadores en el modelo de pagos electrónico y nuevas soluciones de pago digital. Todo esto gracias a la apertura del antiguo modelo de tres partes —comercio, usuarios o tarjetahabiente y emisor/adquirente— en un modelo de cuatro partes —comercio, usuarios o tarjetahabiente, emisor y adquirente—», explica Patricio Ibáñez, gerente de Outsourcing de Aplicaciones de Adexus.
Álvaro Ramírez, gerente de Negocios de VTEX Chile, destaca que las personas que usan los medios de pagos digitales son principalmente compradores e-commerce, pero cada vez más de forma transversal entre niveles socioeconómicos y etarios. «Incluso, en el mundo tísico, pagos con códigos QR, como es el caso de bencineras, y pagos sin contado mediante una pulsera de un banco están siendo tendencia estos días al ofrecer un pago presencial que minimiza el contagio de covid-19».
Mayor seguridad
Dado que en el celular se tendrán disponibles múltiples aplicaciones de pagos y sus productos de pagos activos (tarjetas virtuales), la seguridad es un tema muy importante porque lograr pagos más fáciles aumenta también la probabilidad de fraudes. Al respecto, Ibáñez enfatiza que se debe partir desde el nivel tísico (dispositivo) hasta el nivel lógico (aplicaciones).
«En lo tísico, asegurarse de tener activo el modo de bloqueo ante el no uso del móvil y habilitar opciones de seguridad tanto de password alfanumérica como de control biométrico —huellas— y/u ocular. En lo lógico, descargar aplicaciones autorizadas y de sitios seguros. Nunca entregar datos personales y cerciorarse que el autorizador electrónico solicite una password secreta para validar la transacción que esté operando», detalla.
Por su parte, Ramírez recomienda nunca compartir números de tarjeta ni claves, menos aún vía herramientas de mensajería. «Al visitar un e-commerce, siempre fijarse en el icono con un candado que debe aparecer junto a la dirección del sitio web, ya que esto valida el correcto uso de certificados de seguridad que encripta la comunicación entre el dispositivo del cliente con los servidores».
Y agrega: «Luego no caer en el llamado ‘phishing’, que son correos electrónicos malintencionados que buscan engañar a los usuarios con gráficas idénticas a la que usaría un banco o un comercio, con un link que los guía a un sitio web falso y les pedirá completar ahí sus datos personales. Por lo general, las instituciones no incluyen links en sus correos electrónicos y así buscan evitar estas suplantaciones».
Tareas pendientes
La apertura de pagos digitales abre varios desafíos para nuestro país. El nuevo modelo de 4 partes mediante el cual desacopla a los «emisores» de tarjetas (los bancos), con los «adquirentes» (institución que capta comercios para realizar el procesamiento de pagos), propiciará el desarrollo de nuevos adores y soluciones. «Esperamos que genere competencia y empuje a que las tarifas que pagan los comercios disminuyan, lo cual debiese ir en beneficio del consumidor final’, sostiene Álvaro Ramírez.
El rol del Ejecutivo en la adecuada regulación de los actores y la correcta fijación de las tasas de intercambio y merchant discount, además de potenciar la infraestructura de comunicaciones y servicios para soportar el crecimiento de la demanda sobre las transacciones electrónicas y los pagos digitales en particular —situación que ha sido sometida a estrés desde octubre de 2018 a la fecha—, son para Patricio Ibáñez algunas de las tareas que el país debe encarar.
Añade, además, que se debe reforzar la ciberseguridad de las transacciones y mejorar la experiencia de los usuarios a través de la inteligencia artificial o analítica de comportamiento de compras y pagos. «También se debe incrementar la cultura financiera de los usuarios en el correcto uso de su comportamiento en el proceso de compra».
Fuente: El Mercurio (28/05/2020)
Benchmarking. Información de la competencia.