Los préstamos de corto plazo son más sensibles y siguen de cerca los movimientos en la tasa de política monetaria (TPM), detallan economistas.
El aumento de la tasa de interés de política monetaria (TPM), desde 2,5% a 2,75% anual, que adoptó el jueves el Banco Central, se reflejó inmediatamente en un leve incremento en las tasas de interés de corto plazo en el mercado.
En su reporte diario, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) mostró un aumento de 2,7% a 2,87% en la tasa de interés promedio ponderada que pagan los bancos por los depósitos a 30 días (TAB nominal), mientras que en los depósitos a 90 días, el incremento fue de 2,97% a 3,06%.
Antonio Moncado, economista del BCI, señala que el efecto más inmediato del alza en la TPM debe ser en las tasas de corto plazo de los créditos de consumo, líneas de crédito en cuentas bancarias y tarjetas de crédito. Un efecto más de mediano plazo podría ser estimular un alza en las tasas de crédito hipotecarias que son de largo plazo, agrega.
En los últimos años, las tasas de interés de créditos de consumo han venido cayendo, y a septiembre de este año llegaban al 21,32% anual en promedio.
La regla general, dice otro analista del mercado, es que las tasas de interés de las líneas de crédito y de las tarjetas de crédito tienden a seguir de cerca el movimiento de la TPM. Mientras más corto sea el plazo del crédito, es más sensible, no así en los préstamos a más largo plazo. De este modo, el costo de créditos a 3 años plazo algo va a subir, mientras que los créditos hipotecarios se mueven en función de tasas de largo plazo, como los bonos en UF del Banco Central a 5 años plazo (BCU-5), que no se han movido en mucho tiempo.
Las tasas de interés de largo plazo en Chile están correlacionadas con las tasas largas en Estados Unidos, que han comenzado a subir gradualmente. Por lo tanto, se proyecta que hacia adelante, las tasas largas locales suban paulatinamente. El BCI ve probable que de aquí a un año, la tasa de interés de los bonos del Banco Central en pesos, a diez años plazo, suba desde su actual nivel en torno al 4,5% a un rango entre 5% y 5,5%.
Las tasas swap (intercambio de tasas de interés, una fija y otra flotante para protegerse de cambios en esa variable) experimentaron leves alzas a plazos de 3, 6 y 9 meses. Pero a plazos de 1 año y más anotaron una caída de 3 a 4 puntos base. Los swap de 12 y 24 meses se situaron en 3,21% y 3,6%, respectivamente, dice Felipe Guzmán, economista senior de Credicorp Capital.
Este descenso era esperado, porque -explica Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica- junto con elevar la TPM, el Banco Central anunció una trayectoria de «gradualidad y cautela» en la política monetaria.
Fuente: El Mercurio (22/10/2018)
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