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Fabricantes y vendedores que utilizan la web indicaron que entre las ventajas de este canal figuran la posibilidad de ahorrar en costos, como el arriendo de locales, y de generar ventas las 24 horas del día.

Desde menores costos hasta la posibilidad de llegar de manera más precisa a sus grupos de clientes. Esas son algunas de las ventajas que ven emprendedores, fabricantes y vendedores en redes sociales como Facebook o Instagram para comercializar sus productos.
Sin embargo, de la mano del boom de las ventas por internet, que ya representan en Chile el 7% del comercio minorista, ha crecido también el número de transacciones informales en el comercio electrónico, definidas como aquellas que corresponden a productos piratas o de contrabando que se venden por internet o la comercialización de bienes que, sin ser «ilegales», se transan sin pagar impuestos.
Un estudio de la Cámara Nacional de Comercio -que consideró 3.800 encuestas efectuadas por Kawésqar Lab en octubre a usuarios de internet de Santiago y regiones- concluyó que del total de transacciones online de consumidores chilenos en el tercer trimestre del año, un 10% son informales y que $8 de cada $100 son destinados a operaciones irregulares. Según el gremio, esta última cifra da cuenta de que en el comercio por internet existe un alto número de transacciones de bajo valor, dados los mejores precios que ofrece este mercado.
En tanto, del total de ventas efectuadas en julio-septiembre, un 13% se realizaron por canales online internacionales -$9 de cada $100 de las compras online se destinan a portales extranjeros-, mientras que el nivel de informalidad nacional versus internacional corresponde a un 6% para las compras locales y un 34% de las externas reviste algún tipo de irregularidad. Según el estudio, la informalidad se concentra en los portales internacionales, donde Ali Express y Wish exhiben sobre un 50% de irregularidad. Les siguen las redes sociales como Instagram, Facebook y otras, que alcanzan un 22%.
La CNC indicó que basados en una proyección de gasto anual en compras online de US$ 6.282 millones (no incluye turismo ni entretención), US$ 439 millones están siendo destinados a compras informales en el retail digital.
Ventajas de las redes sociales
Vendedores en Instagram y Facebook explicaron por qué se inclinaron por esta vía para comercializar sus productos. Clarita, una comerciante de bolsos y mochilas hechas a mano, dijo que filtros que pueden hacer en la publicidad les permite llegar al público en particular que ellos quieren, por ejemplo, mujeres de cierto rango de edad. También afirmó que la gente que visita la página es la que está realmente interesada en los productos, «mientras en una tienda física la gente podría solo ir a mirar y no comprar».
Juanita, una comerciante de tablas para picoteo, contó que es ventajoso porque llegan a un público más amplio, ya que la gente puede acceder a su catálogo y contacto con un clic. Además, vendiendo por redes sociales no se limitan «a un público que solamente circularía por el sector de la tienda y podemos atender 24/7 sin restricciones de horario».
Bernardita, quien vende ropa y calzado, dijo que puede trabajar desde su casa y pasar más tiempo con su familia. A su vez, ahorra en arriendo, cuentas de luz, impuestos y otros, afirmó. Por lo anterior, agregó que puede abaratar costos y comercializar los productos a un precio más barato y ser más competitiva. No obstante, aseguró que entrega garantías a sus clientes en caso de cualquier falla, pero aclaró que lo hace por cuenta propia y no por rendirle cuentas a alguien.
Propuestas de control
Manuel Melero, presidente de la CNC, manifestó que para atacar la informalidad proponen que la persona que compra un producto en una plataforma internacional deba realizar una declaración de importación simple, ingresando directamente a la página de Aduanas, donde informa el tipo de producto y monto de la compra y, de ser necesario, pague los derechos de internación correspondientes. Agregó que «cuando la mercancía llegue a Chile, se detecta que esta carga está declarada y se revisa si se han pagado los impuestos respectivos. Si no lo ha sido, será retenida».
Mientras que para el caso de las transacciones online locales, indicó que el SII podría tener un sistema de fiscalización especializado, con la finalidad de monitorear las ventas, que permita ver la trazabilidad de estas y detectar quiénes no pagan impuestos ni emiten boletas, además de verificar la procedencia de estos productos, para lo cual se pueden utilizar tecnologías de inteligencia artificial. Esto con el objetivo de evitar tener a un sinnúmero de fiscalizadores revisando cada portal de internet.
Fuente: El Mercurio (23/01/2020)
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